lunes, 17 de octubre de 2011

ELUDIR LAS PROPIAS RESPONSABILIDADES

Desgraciadamente para el contribuyente y, sobre todo, para el empleado del CIPF, que ahora perderá su trabajo y verá truncada su carrera investigadora, la suerte de los dineros públicos invertidos en este Centro de Investigación ha quedado generalmente en manos de directivos que, por comodidad, incapacidad, miedo, falta de compromiso, u otra razón similar, no han dudado en eludir las responsabilidades menos gratas de su cargo. Decir no, enfrentarse a otro, mantenerse firme, dar la cara,... son tareas generalmente desagradables e ingratas, pero a quien se le encomiendan le van en el sueldo más alto que percibe.

Esquivar estas obligaciones tiene varios nombres: se llama ser un "negligente", no poner el cuidado y compromiso debidos, no ser leal a la organización ni a sus empleados que dependen de ti, ser un irresponsable u otras cosas peores: 
  • Se es todo esto cuando decides meterte en un GASTO ORDINARIO como va a ser un Centro de Investigación y para financiarlo recurres a INGRESOS que a todas luces son EXTRAORDINARIOS, coyunturales por la ocasional buena marcha de la economía. Qué pensaríamos del padre de familia que decide pedir un préstamo para comprarse un coche caro porque el mes pasado le devolvieron dinero de la declaración de la renta.
  • Se es todo esto cuando decides pagar más y más plantilla con dinero del CIPF a laboratorios que no producen casi nada, que no consiguen casi financiación, que son irreversiblemente deficitarios. Qué pensaríamos del directivo de una empresa que le sigue poniendo veinte comerciales a un jefe de ventas que no vende y que, por no tener una disputa con él, opta por evitar la conversación y no exigirle.
  • Se es todo esto cuando van a terminar cuarenta y tantos contratos temporales el 31 de diciembre y ese mismo mes todavía no has pensado qué vas a hacer con todos ellos y, al final, por no pelearte con ningún Investigador Principal afectado, los vuelves a contratar a todos como fijos sin más y sin saber aún si vas a tener financiación para algún tiempo más para mantenerlos.
  • Se es todo esto cuando, por no disgustar a tu querido amigo, le consientes que no haga su trabajo y que no venga casi nunca por el Centro, porque es tu amigo, aunque le mantengas en el puesto y le sigas pagando su salario, y entonces le contratas a no sé cuántos técnicos, para que se encarguen de la labor que él no hace.
  • Se es todo esto cuando aceptas dirigir la Ciencia de este Centro y, sin embargo, luego pasas de hacerlo porque prefieres dedicar tu tiempo a otros menesteres privados y, sobre todo, porque no tienes ni idea de por dónde vas y no quieres pelearte con ningún compañero de profesión.
  • Se es todo esto cuando haces una evaluación de todos los investigadores principales del Centro y, como el resultado no acaba de gustarte, lo matizas un poquito y luego no tienes valor para prescindir de los malos, por lo mismo, porque no quieres pelearte con ningún compañero de profesión.
Sin duda, todo esto es una simplificación. La realidad es más compleja. Pero, seguro que la gente del CIPF lo entiende.

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